«La corrupción se llevó más de 4.000 millones en una década», éste fue el titular exacto manejado en un parte de prensa por la agencia de noticias Reuters el día domingo 1 de noviembre 2009, y el subtitulado fue «Los enfrentamientos pasan factura al PP y a la imagen de Rajoy».
En esta circular de prensa sin duda se manejan informaciones muy trascendentes que vale la pena destacar y analizar, y para mejor esto hacer, en los párrafos siguientes transcribiremos buena parte de esta interesante e ilustrativa nota.
En el aludido mensaje periodístico se comienza por destacar que más de trescientas personas serán juzgadas durante el año 2010 en España por corrupción, un delito que según estimaciones mueve más dinero que la droga, y que ya ha sustraído en España al menos 4.158 millones de euros en los últimos diez años, según informaciones de los diarios El Mundo y ABC. Se ilustran estas informaciones con la imagen que se inserta seguidamente.
Y más adelante en esta nota periodística, se destacan las informaciones que se resumen y se presentan a continuación.
Coincidiendo precisamente con la operación Pretoria contra la corrupción en Cataluña desarrollada en la última semana, el periódico El Mundo recopila los 28 casos más importantes destapados en España en la última década, citando datos de la propia Fiscalía Anticorrupción.
Según estos datos, indudablemente Marbella ha sido la ciudad donde más dinero ha arrastrado la corrupción, empezando en 1999 con el llamado caso Saqueo I, que la sentencia de este año 2009 confirma que se defraudaron 25 millones de euros, y llegando hasta el llamado caso Malaya descubierto en el año 2006, el que se estima permitió defraudar unos 2.400 millones de euros.
Según las fuentes de Reuters, la corrupción en España relativa al blanqueo de capitales aumentó al doble en el año 2008 respecto del año anterior, y a principios del año 2009 ya se tenían abiertos catorce casos, entre ellos el Ballena Blanca en Marbella por delitos contra la Hacienda Pública, y el caso Andratx en Mallorca por blanqueo de capitales y en perjuicio del ordenamiento del territorio.
La mayoría de los casos descubiertos están relacionados con el urbanismo y el sector inmobiliario, que en la última década indudablemente fueron el motor económico en España, donde muchos se enriquecieron al calor del llamado boom de la construcción. En algunos de estos casos, como el Ballena Blanca, aparecieron imputados políticos y empresarios, además de abogados, notarios, y registradores.
Según los datos difundidos por el periódico El Mundo, 2006 fue el punto de inflexión en la lucha contra este tipo de desvíos, ya que en ese año se destaparon casos como Malaya y Andratx, y también el Gobierno consiguió disolver el Consistorio Marbellí por una gestión gravemente dañosa para los intereses generales.
La corrupción alcanzó ayuntamientos de todo signo político, y llevó al Gobierno a adelantar que prepara medidas aún no especificadas, para reforzar los controles en los ayuntamientos, medidas que según expertos citados por ABC deberían implicar profundas reformas legales.
Sin duda los ladrillos han hecho millonarios a muchos, y también llevará a muchos a la cárcel, dijeron fuentes fiscales al diario ABC.
Los ayuntamientos se financian a través de los convenios urbanísticos, y esa es una vía de penetración perfecta para la corrupción y para el lavado de dinero. Si no se soluciona el tema del financiamiento con eso que algunos han llamado la segunda descentralización, probablemente no se podrá acabar con este tipo de corrupción.
ABC señaló citando fuentes policiales, que la corrupción urbanística produce más dinero que la droga, es menos peligrosa, y lleva aparejadas penas menores.
Y a este respecto se puso como ejemplo el caso del ex alcalde marbellí Julián Muñoz, condenado en varias causas pero en libertad bajo fianza, a la espera del juicio de la operación Malaya.
Las últimas operaciones que la Audiencia y la Fiscalía Anticorrupción han llevado a cabo y que interesa destacar, son el caso Gürtel, una red que presuntamente pagaba a altos cargos municipales a cambio de favores empresariales, y el caso Pretoria, que ha llevado a prisión provisional al alcalde de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) y a dos ex altos cargos de la Generalitat, imputados por asociación ilícita, blanqueo de capitales, y tráfico de influencias.
Los fondos involucrados en este tipo de maniobras son realmente enormes y escandalosos. La cifra de dinero sustraído por la corrupción y recogida por el periódico El Mundo, 4.158 millones de euros según sus fuentes, duplicaría con creces el dinero que el Gobierno Español asigna regularmente al área Ciencia y Tecnología, o lo que el Gobierno Chino invirtió para la organización de los promocionados Juegos Olímpicos Pekín 2008.
Muy bien, y frente a este panorama, ¿qué puede hacerse? Pues así no podemos continuar. En efecto, si la sociedad tolera y permite este tipo de sangrías, a través de la corrupción, a través del narcotráfico, a través de las estafas, etcétera, pues no nos quejemos si en nuestro mundo hay demasiados pobres y marginados, o si el cambio climático no va a poder pararse a tiempo, o si no se asignan suficientes fondos para los planes sociales. Al contrario, con la amplitud del desvío de recursos que de hecho ocurre, aún estamos demasiado bien, y por lo tanto nuestra generación aún tiene suerte y nosotros razones para festejar.
Obviamente el reforzamiento de los controles que aparentemente se piensa llevar adelante en España, va a tener como consecuencia que la corrupción se retraiga un poco, y que sus responsables sean más cautos y prudentes, pero la cosa no va a pasar de ahí. Mientras con ciertas maniobras se puedan obtener sumas muy considerables, y mientras se puedan pagar generosas propinas en forma discreta, usando por ejemplo el dinero anónimo que actualmente mueve la economía del mundo, es iluso pensar que la estructura social se pueda defender adecuadamente con un simple reforzamiento de los controles, y/o con un simple endurecimiento de las penas, y/o con alguna otra medida correctiva o punitiva.
La corrupción vinculada a la construcción no podrá detenerse con estos medios, así como tampoco podrá lucharse de esta forma contra el narcotráfico, o contra el contrabando de armas, o contra el tráfico de personas. Para tener éxito contra estos flagelos, obviamente se necesita actuar de una manera diferente, con herramientas bien diferentes, con un gran golpe de timón en relación a la organización de nuestro mundo económico.
En nuestra opinión la solución bien podría estar en impulsar la implantación del dinero nominativo y digital, del llamado dinero telemático, pues ello daría informaciones muy precisas para las investigaciones aún varios meses o varios años posteriores a la propia realización de los desvíos fraudulentos.
En el aquí mencionado parte de prensa se aludió particularmente a la corrupción en España y especialmente en Cataluña, y paradójicamente la inteligente propuesta de la moneda telemática surgió allí, en Barcelona, impulsada por el analista social Agustí Chalaux de Subirá, quien desgraciadamente falleció hace algunos años.
Hagamos honor a esta personalidad catalana, y estudiemos con seriedad la posibilidad de implantar la moneda telemática, primero en algunos niveles nacionales, para luego ir abarcando al planeta entero. Claro, un proyecto de este tipo no puede implantarse a nivel mundial y en poco tiempo. Avancemos por lo tanto paso a paso, en forma gradual. Primero habrá que ir preparando las estructuras sociales para este importantísimo cambio en el tejido financiero, introduciendo progresiva e inteligentemente lo que podríamos llamar dinero prototelemático o moneda prototelemática.
Cierto, muy cierto, los desafíos serán grandes, pero no imposibles de superar. Pongamos manos a la obra.
Gracias por visitar el presente documento web…
Juan Carlos Anselmi.