1. Desde hace años -como científico que quiero ser- vivo lo poco que me queda de vida y de mi próxima muerte, con lucidez de simple y efímero fenómeno humano elemental.
2. Pero, en relación con los amores más profundos de toda la vida: Cataluña grande, Països Catalans, Occitània grande, Occitània toda; Iberia grande, Iberia toda, Europa grande, Europa toda, vivo mi próxima desaparición con una inquietud y una angustia casi trascendentes, debido a que no he sabido todavía y tal vez no podré, antes de morir, dar a conocer a los catalanes mi obra, una esperanzada reflexión pan-etno-histórico-cultural sobre el porvenir de la humanidad.
3. Se está acabando la era de los imperialismos, los absolutismos idolátricos, los poderes despóticos y tiránicos, de las religiones mentirosas o magias pe(n)sadas para engaño de los débiles y los pobres; los estatismos burocráticos, insolventes y paralizantes de las anti-civilizaciones y los anti-ecumenes, de las anti-economías de mercado y de las anti-políticas de sociedad, de los poderes ocultos, desleales y subterráneos y de las luchas tenebrosas por el poder real; de la omni-corrupción activa y pasiva , lingüística y fáctica, autora o cómplice, actora o permisiva, del mercantilismo escandaloso de las instituciones y profesiones “liberales” y de la apropiación ilegítima y del robo insolente de cualquier propiedad comunitaria provechosa por parte de los grupos de presión y corrupción, a favor de su intereses privados y de sus privilegios monopolistas de hecho, ya que no de “derecho”; del desmoralizador “hecha la ley hecha la trampa”.
4. En la época moderna surgió la figura ambivalente del religioso cínico-militar cruel-y funcionario poderoso, del fraile-soldado-secretario, carrera eclesiástica, de armas y administrativa, necesaria para el triunfo descarnado y despiadado del imperialismo egolàtrico y del despotismo tiránico. Esta figura se continúa, hoy día, por “comunista” fanático y inquisitorial, funcionario del partido y del Estado, y por “el Ejecutivo” tipo USA, incondicional de los oligopolios multinacionales y de la máquina estatista-militarista universal.
5. Esta figura no ha sabido dar paso en la era de las naciones-etnias e inter-etnias-que se está iniciando ahora. La nueva era que se anuncia surge como consecuencia posible del progreso concreto, tanto cualitativo (analítico) como cuantitativo (métrico-estadístico), del progreso científico y filosófico, de progreso tecnológico y democratizador de la técnica, de un progreso todo él volcado por propia dinámica a las libertades concretas y reales de las personas singulares.
6. Claro que si esta nueva era no podrá ser indefinidamente parada, sí puede ser retardada o acelerada, en tanto que representa, por sí misma, la destrucción radical de cualquier poder sobre las personas (ilegítima e inmoral), tratados a modo de masas deformables a capricho de poderosos y cómplices.
7. Trataremos de demostrar, con referencia histórica omni-documentada, que todo poder sobre las personas encuentra su punto de apoyo en un solo y único instrumento: el dinero anónimo (anti-documentario), uniforme (anti-analítico) y permanente (anti- estadístico), es decir, el dinero secreto, subterráneo, desleal, irresponsable y irresponsabilizador, omni-corrompido y omni-corruptor.
8. Sin estas características técnicas de anonimato, uniformidad y permanencia, el dinero se convertirá en instrumento eficacísimo de libre productividad, repartición equitativa del bien común mercantil (economía de mercado claro), de protección práctica de las libertades concretas ya conseguidas y de creación de nuevas libertades fenoménicas.
9. Mecanismo de poder si es anti-científico y mecanismo de libertades fenoménicas si se le dan estructuras y funciones orgánicamente tecnológicas: tal se nos presenta el primer sistema métrico de toda la historia (la moneda) inventado por el hombre hace unos 10.000 años.
El día que los pueblos lo sepan, sabrán inmediatamente optar entre la esclavitud y la libertad.
1979